sábado, 6 de septiembre de 2008

Propuesta educativa: Dramatización

La idea es sencilla: un grupo de alumnos de Bachillerato, cercano por la edad a las primeras experiencias en el mundo del trabajo, puede ocuparse de representar este guión sobre la situación laboral actual como excusa para realizar posteriormente un debate con las impresiones causadas, siendo el tema de fondo el sexismo.

El mundo al revés

- Vengo por lo del anuncio, señora.
- Bien –dice la jefa de personal-, siéntese. ¿Cómo se llama usted?
- Carlos…
- ¿Señor o señorito?
- Señor.
- Deme su nombre completo.
- Carlos García, señor de López –le entrega su C.V.
- ¿Cómo se ha enterado de esta oferta laboral?, ¿a través de algún portal de teletrabajo por Internet?
- Pues… la verdad es que no. En casa la única que usa el ordenador es mi mujer; a mí me asustan un poco todavía las máquinas, pero estoy pensando en hacerme un cursillo de Word. Fue a través de la ETT.
- Ya; en cualquier caso, debo decirle, señor de López que actualmente a la dirección de la empresa no le gusta emplear varones casados. En el departamento de la señora Ortiz, para la cual nosotras contratamos el personal, hay varias personas de baja por paternidad. Es legítimo que las parejas jóvenes deseen tener niños –nuestra empresa, que fabrica ropita de bebé, les anima a tenerlos-, pero el absentismo de los futuros padres constituye un hándicap para la marcha de un negocio.
- Comprendo, señora, pero ya tenemos dos niños y no quiero más. Además –el señor García se ruboriza y habla en voz baja-, tomo la píldora.
- Bien, en ese caso, sigamos. ¿Qué estudios tiene usted? No lo veo en el C.V.
- Tengo el graduado escolar y el módulo de formación profesional de grado medio de administrativo. Me hubiese gustado acabar el Bachillerato, pero en mi familia éramos cuatro y mis padres dieron prioridad a las chicas, que es lo normal. Tengo una hermana juez y otra médico.
- ¿En qué ha trabajado últimamente? Parece que la última fecha en la que estuvo usted contratado no es muy reciente…
- Sí, bueno, es que sobre todo he hecho sustituciones, no siempre con contrato, ya que me permitía ocuparme de los niños mientras eran pequeños.
- ¿Qué profesión desempeña su esposa?
- Es jefa de obras de una empresa de construcciones, un negocio familiar. Pero está estudiando ingeniería, ya que en un futuro tendrá que sustituir a su madre al frente del negocio.
- Volviendo a usted, ¿cuáles son sus pretensiones?
- Pues…
- Evidentemente con un puesto de trabajo como el de su mujer y con sus perspectivas de futuro, usted deseará un sueldo de complemento básicamente, ¿no? Unos eurillos para gastos personales, como todo varón desea tener, para sus caprichos, trajes, maquillaje… Podemos ofrecerle 400 euros mensuales, sin dietas pero con una prima de asiduidad, y quizá media jornada para empezar. Fíjese en este punto, señor de López, la asiduidad es absolutamente indispensable en todos los puestos. Ha sido necesario que nuestra directora crease esta prima para animar al personal a no faltar por tonterías. Hemos conseguido disminuir el absentismo laboral masculino a la mitad. Sin embargo, hay señores que faltan con el pretexto de que el niño tose o de que hay una huelga en la escuela. ¿Cuántos años tienen sus hijos?
- La niña seis y el niño cuatro. Los dos van al cole y los recojo por la tarde, cuando salgo del trabajo, antes de hacer la compra.
- Y si se ponen enfermos, ¿tiene usted algo previsto?
- Su abuelo puede cuidarlos; vive muy cerca.
- Muy bien. Pues, de momento eso es todo. Gracias, señor de López. Ya le comunicaremos nuestra decisión dentro de unos días.

El señor García sale de la oficina lleno de esperanza; parece que no le han puesto muchos problemas con lo de los niños y ha tratado de dar una imagen de interés por la formación y puesta al día con lo del cursillo de ordenadores.

La jefa de personal le observa atentamente desde su despacho mientras sale de la oficina. Tiene las piernas cortas, la espalda algo encorvada y una incipiente calvicie. “La señora Ortiz detesta los calvos”, recuerda la responsable de contratación, recordando algunos criterios de selección que debe tener presentes para dar una buena imagen de la empresa. Además, le tiene dicho que siempre es más resultón alguno alto, joven y rubio… y soltero. Y la señora Ortiz será la directora del grupo el próximo año.

Carlos García recibe una carta sólo dos días después que comienza diciendo: “Lamentamos…


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